Para esta receta utilizaremos pan de varios días y, a ser posible, que esté cocido en horno de leña. 
 
 Ponemos el pan en remojo y después lo escurriremos bien, apretándolo con los dedos. 
 
 En una sartén grande con el aceite caliente freímos los ajos pelados y enteros. 
 
 A continuación agregamos el pan escurrido y lo sazonamos. 
 
 A partir de este momento no paramos de mover las migas hasta que estén sueltas y doradas. 
 
 Poco antes de retirarlas del fuego le podemos incorporar los tropezones (al igual que la receta de migas de matanza). 
 
 Pero hay quien prefiere comérselas acompañadas sólo de granadas o granos de uva blanca.