Miembro de una de las familias albojenses más influyentes, la leyenda cuenta que mientras guardaba mulas en las inmediaciones de la sierra del Saliente, tuvo una visión de la virgen. Esta visión le hizo tomar los hábitos.

Inició su ministerio pastoral en Benitorafe, anejo de Tahal. En 1685 pasó a ser cura de Albox, a la que entregó los cuarenta y ocho años que aún le restaban de vida.

Edificó la actual iglesia parroquial de Santa María y la antigua ermita de Nuestra Señora de los Dolores. Junto al cura beneficiado Roque Tendero, fundó la ermita que originó el santuario del Saliente.

Muy enfermo, y seguramente impedido, en sus últimos años donó buena parte de sus bienes para transformar la ermita de Nuestra Señora de los Dolores en un hospicio franciscano. Esta fundación favoreció la creación del barrio de la Loma de San Francisco de Albox.

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• Santuario del Saliente