Se trata de la escultura más antigua que se conserva en Almería. Fue construida en 1897 como culminación de las obras de encauzamiento de la rambla.
Erigido en honor a las víctimas de la riada de 1891, muestra una mujer abrazada a sus dos hijos, sosteniendo un pergamino donde se lee “1891”.
Debido a su mal estado, fue restaurada en 2010.