La familia Sicilia ha estado relacionada con el campo de la medicina en Abla desde la segunda mitad del Siglo XIX y principios del XX.
Joaquín Sicilia y Gallego fue médico del pueblo, y nombrado médico personal del Rey de España. Su nieto Joaquín Tena Sicilia también continuó con la tradición familiar como pediatra.
Juan Sicilia y Gallego fue el boticario del pueblo, publicó un importante estudio sobre cómo la química podría ayudar a las autoridades a esclarecer crímenes analizando las manchas de sangre.