Tostamos la almendras sin piel.
A continuación, tostamos la harina que se quede tostada, con cuidado de que no se queme.
Moler todo junto con la harina, el azúcar, la ralladura de limón y de naranja, la canela y triturarlo bien hasta hacer una masa. Opcionalmente se puede utilizar un robot de cocina.
Sacar el preparado a un bol, y hacer unas croquetas pequeñas de unos 4 cm, pasándolas por azúcar y poniéndolas en una fuente, dejándolas así toda la noche.
Al día siguiente, envolverlos en papel de seda de colores.