Descubre la historia del patrón de:
San Blas fue un médico y obispo de Sebaste, en Armenia, que vivió en el siglo IV. Durante las persecuciones cristianas bajo el emperador Licinio, se retiró a una cueva en el monte Argeus, donde vivió como ermitaño. Según la tradición, los animales salvajes acudían a él para ser curados, y él los bendecía sin que lo molestaran durante la oración.
Uno de los milagros más conocidos atribuidos a San Blas es la curación de un niño que se estaba ahogando por una espina de pescado clavada en la garganta. Este hecho dio origen a su patronazgo sobre las enfermedades de la garganta y a la costumbre de bendecir las gargantas el 3 de febrero, día de su festividad.
Fue arrestado por soldados del gobernador Agrícola, torturado con peines de hierro usados para cardar lana, y finalmente decapitado por negarse a renunciar a su fe.
San Blas suele representarse con:
Estas representaciones se encuentran en retablos, esculturas y pinturas en iglesias de toda la región.