San Isidro Labrador nació en Madrid hacia el año 1082 y vivió humildemente como campesino al servicio de una familia noble. Fue conocido por su profunda fe, su generosidad con los pobres y su dedicación al trabajo agrícola, que realizaba siempre acompañado de oración.

Según la tradición, mientras Isidro rezaba, los ángeles araban los campos por él, lo que permitió que cumpliera con sus deberes sin descuidar su vida espiritual. También se le atribuyen milagros relacionados con la multiplicación de alimentos, la obtención de agua en tiempos de sequía y la protección de animales.

Murió en el año 1130 y fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV. Su cuerpo incorrupto se conserva en la Colegiata de San Isidro en Madrid, donde es venerado por miles de fieles.

San Isidro suele representarse con:

• Vestimenta campesina, con azada o herramientas de labranza.
• A veces acompañado por bueyes o ángeles arando los campos.
• Una fuente de agua brotando milagrosamente.
• En actitud de oración, reflejando su vida piadosa.

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