La devoción a la Virgen de las Angustias tiene sus raíces en el culto mariano medieval, centrado en el sufrimiento de María durante la Pasión de Cristo. El término “angustias” alude a las siete penas que la Virgen sufrió, especialmente al contemplar la muerte de su Hijo en la cruz. Esta advocación se consolidó en Granada en el siglo XVII, donde se construyó la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, y desde allí se extendió por toda Andalucía.
La imaginería varía según la talla, pero generalmente la Virgen de las Angustias se representa con:
Esta imagen ha inspirado numerosas obras de arte y es considerada un modelo icónico en Andalucía oriental y América Latina.