La devoción a la Virgen de los Desamparados nació en Valencia en el siglo XV. Fue promovida por el sacerdote Juan Gilabert Jofré, quien fundó el Hospital de los Inocentes para atender a enfermos mentales y personas marginadas. Durante un sermón, Jofré pidió la creación de una cofradía dedicada a la Virgen María bajo el título de “Nuestra Señora de los Desamparados”.
La imagen original fue encargada por la Cofradía y es conocida por su particular inclinación hacia adelante, como si se acercara a los fieles. Es una talla de estilo gótico que representa a la Virgen con el Niño Jesús en brazos, rodeada de ángeles.
La Virgen de los Desamparados se representa con:
Su rostro sereno y maternal transmite consuelo y ternura, especialmente a quienes se sienten solos o abandonados.