La devoción a la Virgen de Gádor se remonta al otoño de 1588, cuando los ermitaños Domingo de San Juan y Juan de Santa María fundaron un santuario en el despoblado paraje de Pixnela, al pie de la sierra de Gádor. Allí colocaron una imagen de talla de Nuestra Señora, que pronto fue conocida como la Virgen de Gádor.

En 1592, los ermitaños cedieron la imagen y la ermita al pueblo de Berja, que la adoptó como su patrona junto a San Tesifón, uno de los siete varones apostólicos. Desde entonces, la Virgen de Gádor ha sido el centro espiritual de la comunidad virgitana, con una devoción que ha perdurado durante siglos.

Durante la Guerra Civil Española, la imagen original fue destruida el 29 de julio de 1936. Sin embargo, en 1939 fue restaurada por el escultor granadino Eduardo Espinosa Cuadros, quien logró reproducirla con gran fidelidad. La nueva imagen incorporó un Niño Jesús antiguo y fue adornada con orfebrería en plata donada por los vecinos.

La Virgen de Gádor se representa con:

• Rostro moreno y expresión solemne.
• Cetro en la mano derecha.
• Niño Jesús tallado y policromado en la izquierda.
• Vestiduras majestuosas y rostrillo de oro.

• Mar de Roquetas
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