Es una fiesta campestre cuyos orígenes se remontan hacia 1883, cuando el campanero Pedro González Herrerías, con motivo de festejar la Primera Comunión de los niños los llevó el domingo de Pentecostés a merendar al campo, amenizando la tarde con su guitarrillo. La merienda consistía en una onza de chocolate, una rosquilla de pan blanco, una gaseosa de “bola” y un huevo cocido. De ahí que popularmente se le conozca como merendica o fiesta del huevo.
Al principio no existía un emplazamiento fijo de celebración sino que variaba cada año hasta que se seleccionó el jardín de Los Santos, ubicado junto a la ermita de los Patronos, actualmente desaparecido. Con el tiempo, los familiares de los niños se sumaron a la celebración y posteriormente las amistades y grupos ajenos al evento, únicamente con la finalidad de divertirse.
Ante la afluencia masiva de personal, el citado jardín quedaba reducido de aforo y se optó por trasladar la merienda campestre al prado de Vista-Alegre, sito en el paraje de Calahura junto al olivar y una fuentecilla en pleno campo donde los comensales transcurrían el día disfrutando hasta caer la noche. Actualmente, la merendica ha cambiado de lugar y fecha, celebrándose cada sábado de Petencostés en el Parque Municipal de Montagón.