Se trata del último vestigio del cultivo y transformación de la caña de azúcar en Adra. Su cultivo comenzó en el Siglo XVI, pero fue en los Siglos XIX y XX cuando tuvo una época de mayor esplendor.
Como consecuencia, en 1909 se creó la sociedad “Azucarera de Adra”, y la industria azucarera se se mantuvo activa hasta 1972, cuando la última fábrica cerró sus puertas. Su maquinaria fue trasladada en su mayor parte a la azucarera de Badajoz, y los edificios cayeron en el olvido.
Afortunadamente en 2003 se llevó a cabo un proyecto para rehabilitar esos espacios para un uso alternativo como vivero de empresas.