Tradición que consistía en que antes de salir el sol en la noche de San Juan había que lavarse la cara en la fuente del pilar de Alhabia, pues si no, al amanecer aparecía una mora encantada para peinar sus largos cabellos, y si te encontraba allí te hacía prisionero, lanzándote el peine y transmitiéndote su encantamiento.
En el caso de las mujeres, se lavaban la cara en la fuente para encontrar marido.