La ermita de las Adelfas, oficialmente dedicada a San José, se encuentra en el caserío de Las Adelfas, a unos cinco kilómetros del núcleo urbano de Abla. Fue construida gracias a las aportaciones de la parroquia y los vecinos, con el propósito de ofrecer servicio religioso a esta comunidad rural en expansión durante el primer tercio del siglo XX.

El edificio presenta una nave rectangular pavimentada con ladrillo a la antigua usanza. En el altar frontal, de albañilería, se venera a San José en una hornacina central. Dispone de una pequeña habitación trasera que funciona como sacristía, confesionario y trastero. En su interior hay bancos para los fieles y algunos cuadros religiosos en las paredes.

La ermita estuvo en funcionamiento hasta la década de los años setenta, cuando la emigración masiva despobló el caserío y el templo quedó cerrado al culto. Desde entonces, el edificio ha sufrido un progresivo deterioro y actualmente se encuentra en estado ruinoso.