Los aljibes árabes son una obra de ingeniería hidráulica andalusí mandada construir en el siglo XI bajo el mandato de Jairán, rey de taifa de Almería.
Se ordenó la creación de la conducción de agua desde las fuentes de Alhadra y del aljibe, situadas extramuros de la ciudad amurallada.
Una acequia subterránea de alrededor de 6.400 m transportaba el agua desde las citadas fuentes de Alhadra hasta la principal entrada, al noreste de la ciudad, la Puerta de Pechina, sita en el lugar donde hoy se encuentra la Puerta de Purchena.
conservándose tres naves de ladrillo comunicadas entre sí, con bóveda de medio cañón octogonal sostenida por pilares romanos y arcos califales.
El volumen de agua almacenada era de 630.000, la cantidad suficiente para abastecer a una ciudad de 30.000 habitantes, como era Almería en el siglo XI, durante un largo asedio.
Esta construcción fue ampliada en tiempos del rey Ibn Sumadih con una nueva canalización que llegaba hasta la mezquita aljama y abastecía al resto de la ciudad.