Se comenzó su construcción en 1881 sobre el solar que había ocupado con anterioridad el Teatro Calderón. El edificio neoclásico del Teatro Apolo tiene aires de templo griego.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX fue sede del Círculo de Lectores, lugar de reunión para escritores de renombre a nivel nacional como Francisco Villaespesa o Carmen de Burgos, y muchos otros poetas importantes a nivel provincial como Pácido Langle que llegó a presidir esta institución.
En la década de 1980 se procede a su rehabilitación.
El teatro cuenta con un aforo máximo de 332 localidades.