Antonio de Torres Jurado nació el 13 de junio de 1817 en La Cañada de San Urbano, barrio de Almería. Hijo de Juan Ramón de Torres García y María del Carmen Jurado, se formó como carpintero en Vera, donde alcanzó el título de maestro en 1835.
Tras años de dificultades económicas, se trasladó a Sevilla, donde comenzó a construir guitarras hacia 1852. Su primera época (1852–1869) se desarrolló en Sevilla, alcanzando gran prestigio y obteniendo una medalla en la Exposición de Sevilla de 1858. La segunda época (1875–1892) transcurrió en Almería, donde fabricó guitarras hasta su muerte.
Su innovación consistió en perfeccionar la estructura interna de la guitarra, introduciendo la abanico de varetas en la tapa armónica, ampliando el tamaño de la caja y mejorando la sonoridad. Gracias a él, la guitarra adquirió la forma y características que hoy conocemos.
Entre sus clientes y admiradores se cuentan guitarristas como Francisco Tárrega, que tocó con guitarras Torres, y compositores como Isaac Albéniz, que contribuyeron a difundir su legado.
Antonio de Torres falleció en Almería el 19 de noviembre de 1892, dejando más de 80 guitarras documentadas, muchas de ellas consideradas obras maestras.
Torres es equiparado al papel de Antonio Stradivari en el violín: su aportación definió el estándar de la guitarra moderna. En Almería se le recuerda con un monumento en La Cañada y con el Museo de la Guitarra “Antonio de Torres”, inaugurado en 2013.