300 g harina de trigo 150 g manteca de cerdo 150 g azúcar Canela molida al gusto (opcional) Ralladura de limón al gusto (opcional) Semillas de sésamo tostado (ajonjolí)
Secar la harina es opcional, pero ayuda a que se conserven durante más tiempo y a darle su textura característica. Para ello, podemos usar el horno a una temperatura de 150-160ºC, sin aire; se remueve a los 15 minutos y se hornea unos 10-15 minutos sin dejar que coja mucho color. Otra opción es tostarla en una sartén removiendo constantemente.
En cualquier caso, es importantísimo que la harina esté totalmente fría y la manteca a temperatura ambiente. Si usamos canela, mezclar con la harina; si usamos limón, añadir a la manteca.
Una vez listos los ingredientes, batir con varillas la manteca con el azúcar hasta tener una crema homogénea; añadir la harina poco a poco y seguir batiendo; obtendremos una textura granulosa.
Echar sobre una superficie de trabajo limpiar y amasar hasta tener una consistencia lisa homogénea. Envolver en film y dejar reposar a temperatura ambiente en un lugar fresco como mínimo una hora. Cuando llegue el momento de hornear, precalentar el horno a 180ºC sin aire.