San Gregorio I, conocido como San Gregorio Magno, fue papa entre los años 590 y 604. Nacido en Roma en el año 540, provenía de una familia noble y recibió una excelente formación. Tras ejercer como prefecto de la ciudad, abandonó su carrera política para dedicarse a la vida monástica, fundando varios monasterios.
Como pontífice, impulsó profundas reformas litúrgicas, administrativas y pastorales. Es célebre por haber promovido el canto gregoriano, que lleva su nombre, y por haber enviado misioneros a evangelizar Inglaterra, como San Agustín de Canterbury.
San Gregorio escribió numerosas obras teológicas y espirituales, entre ellas *Regla pastoral* y *Diálogos*, que influyeron en la espiritualidad medieval. Fue declarado Doctor de la Iglesia por su sabiduría y celo apostólico.
San Gregorio suele representarse con: