La Virgen de la Piedad representa a la Virgen María sosteniendo en su regazo el cuerpo sin vida de su hijo Jesucristo, descendido de la cruz. Esta imagen expresa el dolor profundo de una madre ante la muerte de su hijo, y al mismo tiempo, la esperanza en la redención.
La devoción a la Piedad se popularizó en Europa durante la Edad Media, especialmente en Alemania e Italia.
En España y América Latina, la Virgen de la Piedad es objeto de gran veneración, donde se destaca su papel como madre sufriente y modelo de fe en medio del dolor.
La Virgen de la Piedad se representa con:
Es una imagen que invita a la contemplación del misterio de la pasión y al consuelo en momentos de pérdida.