Se trata de una tradición ancestral, que se remonta a 1840. Desde 1972 se ha recuperado, y se celebra junto con las fiestas de San Roque, del 15 al 17 de agosto.
Se forman 2 comparsas, una de moros y otra de cristianos. En el pasado, el bando cristiano se ataviaba con el traje de la infantería de marina. En la actualidad, los disfraces proceden de Alicante.
En cada bando hay una serie de personajes:
El día 16 de agosto, los moros secuestran a San Roque del castillo instalado en la era grande, y son los vencedores ese día. Al día siguiente, la victoria es para los cristianos. El bando moro se convierte al cristianismo, y ambos procesionan junto a la imagen de San Roque.