Erigido en memoria a un grupo de liberales que se rebelaron contra el rey Fernando VII, el cual no quiso aceptar la constitución de 1812.
Este grupo desembarcó en Almería procedente de Gibraltar vistiendo la chaqueta roja del uniforme inglés, es por ello que son conocidos como “los Coloraos”. No pudieron cumplir su misión, ya que fueron apresados, fusilados y enterrados en una fosa común.
Tras la muerte del rey, se propuso a Isabel II exhumar sus restos y erigir un monumento en su honor, siendo denominados como “mártires de la libertad”. El monumento se construyó con mármol de Macael, coronado por una bola con 24 pinchos, recordando a los 24 hombres.
Inicialmente se colocó en la Puerta de Purchena, siendo movido posteriormente a la plaza vieja.
El monumento fue destruido en 1943, y no fue hasta 1987 cuando el monumento se restauró y se recuperó la tradición de realizar una ofrenda floral.