La Virgen de los Dolores es una de las advocaciones más conmovedoras de la Virgen María, centrada en su sufrimiento durante la pasión y muerte de su hijo Jesucristo. Su devoción se remonta al siglo XIII, promovida por los Siervos de María (Servitas), quienes difundieron la meditación de los “Siete Dolores” de la Virgen.
Estos dolores incluyen momentos como la profecía de Simeón, la huida a Egipto, la pérdida del Niño Jesús, el encuentro en el camino al Calvario, la crucifixión, el descendimiento y la sepultura de Cristo.
La Virgen de los Dolores se representa con: