Construida en 1646, se trata de una construcción de estilo mudéjar y tiene como patrón a San Roque.
Las pinturas y las imágenes de la iglesia son recientes, ya que las anteriores fueron destruidas durante la guerra civil, junto con el archivo parroquial.
De la construcción destaca la pila bautismal y el artesonado de estilo mudéjar, que se conserva en su mayoría el original, aunque durante la reforma de la iglesia llevada a cabo en 1950, las vigas más dañadas se sustituyeron por otras nuevas, y las que se conservaron se acortaron para quitarles las partes mas deterioradas, lo que dio lugar a que la iglesia reconstruida fuera más estrecha que la original.