La fiesta de San Marcos se remonta a principios del siglo XX, cuando dos vecinas de Alhama de Almería comenzaron a celebrar la onomástica del patrón de los animales. Progresivamente la tradición fue arraigando cada vez con más fuerza en el municipio, gracias a lo cual y tras un colecta popular, fue posible la construcción de una pequeña ermita en honor a San Marcos.
La guerra civil provocó la destrucción tanto de la ermita como de la antigua imagen de San Marcos.
a partir de 1950, la tradición fue retomada de nuevo con gran ilusión por una serie de vecinas de Alhama de Almería las cuales, con la ayuda del ayuntamiento, lograron reconstruir la antigua ermita.