Al comienzo del cristianismo en el Siglo I, San Pedro y San Pablo decidieron enviar a siete varones apostólicos con la misión de extender el cristianismo por Hispania (España). El comienzo de la evangelización comenzó en el sureste español, tomando Acci (Guadix) como base.
Su llegada no fue todo hospitalidad. En ese instante se estaban celebrando las fiestas paganas de Júpiter, Mercurio y Juno y los paganos les persiguieron hasta el río, pero el puente se partió milagrosamente y los siete varones apostólicos quedaron a salvo.
Una mujer llamada Luparia se interesó por ellos y los escondió, y se convirtió al cristianismo después de haber levantado un altar a San Juan Bautista.
A partir de ahí, cada varón tomó una ciudad como base: